Obviamente, hay mucho que ver y hacer en esta gloriosa ciudad, pero estos son algunos de mis favoritos para repetir. El Palazzo Doria Pamphili es un palacio del siglo XVI que alberga un museo con su amplia colección privada: más de 500 obras de artistas como Tiziano, Bernini, Rafael y Caravaggio. Además de su hermosa colección, siempre me inspiran mucho los interiores: la forma en que están colgadas las obras (hay tantas obras que las cuelgan en varias filas, cubriendo completamente todas las paredes hasta el techo) y los interiores de un rojo intenso. Al otro lado del Tíber, me encanta Villa Farnesina, una villa renacentista con un épico fresco de Rafael. Es un buen punto de partida para explorar el barrio de Trastevere.

Puede que Pierluigim sea mi lugar favorito de Roma, pero estoy seguro de que es el restaurante más apreciado de la ciudad. Y cómo no: está en la plaza más mágica, la Piazza de'Ricci, donde se reúne todo el mundo, ya sean de aquí o de fuera. Justo al final de la calle está el Caffe Peru, otro punto de encuentro para los lugareños, que se paran a tomar un café por la mañana, una tostada con queso para un almuerzo rápido o un Negroni o un spritz después del trabajo. Para sentarse a tomar un cóctel, hay que subir la calle hasta Piazza Farnese y saborear un martini perfecto en Camponeschi. Para un almuerzo elegante a la vieja usanza, me encanta Nino. Aunque está en el centro de la zona turística, cerca de la Plaza de España, el personal es muy amable y ofrece excelentes sugerencias de su menú toscano y romano. La Campana es el restaurante más antiguo de la ciudad, con 500 años de antigüedad, y aunque no es un lugar secreto, atrae a los lugareños, que vienen por las polpette, la pechuga de ternera con patatas (pero no se preocupe, hay muchas opciones vegetarianas en el menú) y algunos de los mejores postres que he probado. La Matriciana está un poco lejos del centro, pero es mi amatriciana favorita de la ciudad, ¡junto con todo lo demás del menú!

Chez Dédé debería ser tu primera parada: no sólo es la selección más inspiradora de objetos, libros y ropa nuevos y antiguos, sino que quien esté detrás del mostrador de esta tienda increíblemente chic sabrá indicarte las mejores direcciones de la ciudad. Cerca del Panteón se encuentran dos de mis lugares favoritos para comprar tesoros para mí y para mis amigos. Gammarelli es la tienda donde los papas han confeccionado su ropa durante más de 200 años, y aunque resulte un poco raro entrar en una tienda de ropa eclesiástica sólo para mirar calcetines, ten por seguro que el personal está acostumbrado. Antica Cartotecnica es una antigua tienda familiar que vende máquinas de escribir, bolígrafos y tinteros, pero yo voy a por sus cuadernos nuevos pero antiguos, que llevan décadas en su almacén.

El Locarno es una propiedad histórica (meticulosa y cuidadosamente renovada) que ha atraído al público del arte/literario/cine durante décadas -con asiduos como Fellini, Kerouac y Basquiat-, además de tener una encantadora terraza ajardinada que es un lugar encantador para relajarse al final de un largo día con uno de sus increíbles cócteles.